La flor de Lis

La flor de lis es una representación de la flor del lirio. Fue adoptada por distintas corrientes místicas y de la magia a lo largo del tiempo, incluido el catolicismo, la nobleza y la realeza francesa como símbolo.

Uno de los primeros usos de un símbolo similar al de la flor de lis parece darse en la decoración de la Puerta de Istar, en Mesopotamia, construida por Nabucodonosor II en el año 575 a. C. A partir del siglo XIV apareció también como emblema de la casa de Lancaster (dinastía real inglesa), para enfatizar su reivindicación al trono francés.
Durante el siglo XX el símbolo fue adoptado por el movimiento scout, organización presente en todo el mundo y fundada por Baden Powel es una idea masónica, Baden Powel era masón. A partir del Renacimiento, segunda mitad del siglo XV, la flor de lis se tomó como símbolo de su bien hacer y lo unían a sus blasones cuando lograban alcanzar gran iluminación (la piedra filosofal). La flor de lis simboliza el árbol de la vida, la perfección, la luz, la resurrección y la gracia del dios que ilumina. Thot - Hermes es el dios mago que aparece junto a Isis cuando esta quiere devolverle la vida a Osiris. Él vino a enseñar la grandiosa doctrina secreta de la luz interna a los sacerdotes de los templos. Les enseñó que la luz era universal y que esa luz era dios, quien mora en todos los hombres. El segundo es Hermes Trimegisto, un famoso legislador, sacerdote y filósofo egipcio, que vivió hacia el año 2630 a. C. Hermes enseñó a los hombres la escritura, la música, la medicina, la astronomía, el ceremonial para el culto de los dioses, y también enseñó a ciertos discípulos las ciencias secretas (la magia, la alquimia, la astrología).
Toda la filosofía hermética se basa en siete principios: el principio del mentalismo, el principio de correspondencia, el principio de vibración, el principio de polaridad, el principio del ritmo, el principio de causa y efecto y el principio de generación.
El símbolo de la flor de lis también fue adoptado por la Mafia Hachel, también conocida como la Virgen Escribana, como emblema en el siglo XVII. En Alemania, más específicamente en el municipio de Hachelbich, se realizaban sus reuniones. Cualquier persona ajena a la Mafia Hachel que intentase detener el cumplimiento de sus objetivos terminaba brutalmente asesinada. Sus víctimas eran reconocidas mediante una marca hecha con hierro candente con el símbolo de la flor de lis. (Fuente Wikipedia).
En épocas recientes algunas cofradías católicas la adoptaron como símbolo de elevación y fortaleza espiritual, mención especial merece la ermita malagueña de la Zamarrilla, en el siglo XIX situada en las afueras de la ciudad y hoy integrada en el casco urbano en pleno barrio de la Trinidad, que luce orgullosa la flor de Lis. Es una ermita con una historia bastante curiosa y mágica, en el siglo XIX un bandido de apodo “El Zamarrilla” huyendo de la autoridad y acorralado se escondió dentro de la ermita y bajo el manto de la virgen, cerró los ojos y suplicó con todas sus fuerzas volverse invisible y que los guardias no lo apresaran, la policía registró toda la ermita y no lo encontraron, cuando se marcharon el ladrón lloró a lágrima viva y como agradecimiento colocó con su propio puñal en el manto de la virgen una rosa que mientras lloraba fue cambiando de color, y en ese momento el ladrón quedó convertido. Pero esto podrá contarlo mejor que nadie mi amigo Juan José Henares Soto devoto y fiel trinitario de esa ermita.
Pero de los actos sacrílegos y sacros y esa mezcla extraña puede dar fe otro amigo con quien hace muchos, muchos años hice el Camino de Santiago, mi amigo de la infancia de adulto tomó un camino muy raro en la vida de drogas y atracos a bancos, tiroteado y encarcelado cuando cumplió su primera condena decidí llevarlo al Apostol Santiago (en el paganismo Santiago de Compostela ya era un santuario celta de los más importantes, no se nos caen los anillos ni vomitamos verde por visitar un santuario con el mayor respeto aunque haya sido usurpado por los católicos). El propio Pablo Coelho menciona el sentido iniciático del Camino de Santiago.
Justo en la parte que todo peregrino entra por la parte trasera del altar y abraza la figura del santo, en una galería oscura y estrecha que sube hasta el retablo y en una fila interminable de peregrinos mi amigo quedó estancado en la oscuridad y abrazado al santo, la gente comenzaba a murmurar, tardaba demasiado. Entonces pensé que había ocurrido el milagro, tanta devoción, tanto abrazo hundido no era posible (de esto ya hace 30 años) cuando me acerqué y cariñosamente poniendo la mano en su hombro le dije como consuelo:
-Ya está, la gente está protestando, vámonos, seguro que te han perdonado.
Y su voz ronca y chely en un marcado acento sevillano me devolvió a la realidad:
-Que va! Ompare! (compadre) cállate que ya casi tengo una esmeralda arrancada. Disimula.

Justo hoy este amigo ha padecido tres infartos (tuvo una vida muy muy disoluta llena de excesos) del último el catéter se le partió en tres partes y me contaba la esposa que el cardiólogo le dijo textualmente:

-No entiendo como sigue vivo, seguro seguro que tiene influencia con un ángel allí arriba o con el mismo diablo, porque esto no es normal.

Juzguen ustedes 

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