La sabiduría de los antiguos egipcios es mítica sin embargo
no debemos sobrevalorarla porque como todas las genialidades también a veces
comete torpezas, Picasso era un pintor genial pero esto no significa que todo
lo que hiciera lo fuera, Picasso cometía cada churro impresionante que hasta él
mismo ruborizaba con los años.
De este modo los antiguos egipcios creían también en la
menstruación masculina, no en un concepto descubierto recientemente de épocas
más o menos intensas en los hombres de producción de esperma sino en que los
hombres también menstruaban al sangrar por la orina en muchas ocasiones. Y era
cierto porque muchos egipcios en la época ocasionalmente sangraban por la orina
pero esto era debido a una bacteria que se instalaba en los riñones procedente
del estiercol de cocodrilo, famosísimo anticonceptivo de la época.
Las mujeres egipcias al igual que hoy portan muchas
preservativos o condones solían llevar siempre consigo una discreta bolsa con
estiércol de cocodrilo. El sexo en el antiguo egipto no tenía la consideración
actual y muchas de sus prácticas hoy consideradas poco menos que perversas
escandalizaron al propio Champolión. ¿Alguien puede concebir un investigador
serio escandalizado?. Esto solo nos indica el grado de contaminación que padece
la historia como ciencia a la hora de polarizar y subjetivizar los hallazgos.
Pero el sexo en el antiguo Egipto tenía dimensiones y consideraciones sagradas
incomprensibles para nosotros, y donde en la mayoría de los casos tergiversamos
y mal interpretamos una cultura lejana y ajena.
El historiador y geógrafo griego Herodoto (VI ac) narra las
orgías que ocurrían con ocasión de las celebraciones para la diosa felina
Sejmet Bastet en la ciudad de Bubastis, lugar de peregrinación
“Las barcas, llenas de hombres y mujeres, flotaron cauce
abajo por el Nilo: Los hombres tocaban flautas de loto, las mujeres címbalos y
los panderos, y quien no tenía ningún instrumento acompañaba la música con
palmas y danzas. Bebían mucho y tenían relaciones sexuales. Esto era sí
mientras estaban en el río; cuando llegaban a una ciudad los peregrinos
desembarcaban y las mujeres cantaban, imitando a las de esa ciudad: Cuando
alcanzaron Bubastis celebraron un solemne banquete; se bebió más vino en esos
días que en todo el resto del año. Tal era la costumbre de este festival; y se
cuenta que casi setecientos mil peregrinos celebraban el banquete de Bastet”.
"Este festival era conocido como el 'Festival de la
Embriaguez' un festival relacionado con la temible diosa Sejmet, diosa de la
guerra y la venganza, representada con una cabeza de leona, ya que para
conmemorar la salvación de la humanidad se celebraban en su honor esta
festividad, caracterizada por el consumo masivo de alcohol, la música estruendosa
y el sexo orgiástico.
El consumo excesivo de alcohol estaba justificado ya que
gracias a la cerveza la humanidad se salvó de ser destruida... El mito de
Sejmet cuenta que esta diosa leona fue enviada a la tierra a devorar a los
hombres, aunque los dioses arrepentidos de este acto y sintiendo compasión por
la humanidad mandaron que se detuviese, pero el ansia devoradora de esta
terrible deidad era imposible de detener.
Por lo que urdieron un plan para engañarla, para ello,
tiñeron la cerveza de color rojo como si fuera sangre, Sekhmet al beberla se
emborrachó quedando su espíritu apaciguado, convirtiéndose en la hermosa y
mimosa gatita Bastet, de tal manera que la humanidad pudo seguir viviendo
tranquila y esta diosa convertida en Bastet se convirtió desde entonces en la
protectora de los humanos y de sus hogares, protegiéndoles de enfermedades,
plagas, males de ojo…
La pervivencia de este festival se habría mantenido hasta
muchos siglos después, ya que los profesores Richard Jasnow y Mark Smith
publicaron en la revista Enchoria un artículo sobre un papiro demótico que
trata sobre el festival y las críticas al mismo por alguno de los sectores más
conservadores de la sociedad egipcia.
Por lo que todo parece indicar que esta festival no se
restringía a los templos, sino que se celebraba en todos los hogares y
santuarios de Egipto, al menos una vez al año. Participando en ellos todos los
miembros de la sociedad egipcia, desde las más altas élites hasta los miembros
más modestos de la sociedad.
Las características de este festival era beber alcohol hasta
perder el conocimiento, todo ello en un ambiente festivo y erótico, ya que un
himno inscrito en un templo asociado a Hathor nos habla de la presencia de
mujeres jóvenes, vestidas con guirnaldas de flores en el pelo, que eran las
encargadas de servir el alcohol. Posteriormente empezaría un gran procesión de
tambores, detrás de la cual los sacerdotes portarían alguna escultura de la
diosa Hathor para que los oferentes expresasen sus peticiones a la diosa.
Mujeres sirviendo cerveza.
Otros testimonios que nos hablarían del carácter orgiástico
de este festival es una inscripción grabada en una olla, utilizada seguramente
durante el transcurso de este festival, donde se puede leer: "Déjales
beber y déjales tener sexo delante del dios".
También hay numerosos testimonios escritos que nos relatan
las vivencias en primera persona de personajes que participaron en dicho
festival, así un texto datado en el 900 a.C. dice: "Recuerdo visitar a los
antepasados, y cuando fui, fui ungido con perfume como una amante de la
embriaguez, viajando hasta los pantanos" Esta última expresión sería un
eufemismo para referirse a tener relaciones sexuales, ya que los pantanos son
lugares húmedos (como la mujer) y donde brota la vida. Otro testimonio
pertenece a un sacerdote que reconoce haber sido concebido por sus padres
durante la celebración de este festival.
Con todo ello, aunque
parece claro que estas fiestas eran enormemente populares y que se celebraban
por todo lo alto, en lo referido al sexo en grupo la mayor parte de
investigadores son muy cautelosos. Aunque se acepta que en los templos sí que
pudo haber rituales propiciatorios de fertilidad donde se diesen escenas de
sexo en grupo, parece demasiado aventuroso afirmar que estas orgías se
extendiesen entre pueblo llano, donde los vecinos se entregasen unos con otros
al sexo desenfrenado. Más probable es que estas fiestas se asemejasen a
nuestras navidades, donde se reunía familia y amigos en un ambiente festivo, y
donde seguramente las famosas Casas de la Cerveza (prostíbulos) estuviesen
repletas de clientes dispuestos a dar rienda suelta a sus placeres".
Asegura en su blog Historsex quien aporta profusa y docta
bibliografía.
Pero no eran las únicas orgías famosas del antiguo Egipto,
además existían las celebraciones de las diosas Hathor y Hequet, y las deidades Atum, Min, Bastis, Sacmis,
Hathor. Se conocen distintas plantas y semillas usadas como afrodisíacos,
espermicidas, etc De ellas especialmente famosas fueron las que podíamos llamar
fiestas de la cerveza, los antiguos egipcios fueron los descubridores de la
cerveza, fórmula original que gracias a un arqueólogo británico en la
actualidad se conserva y fabrica, siendo una de las cervezas más caras del
mercado (no demasiado recomendable si quieren tirar 100$ y comparan con una actual
y magistral cerveza Voll Damm). Estas celebraciones ocurrían también en la
ciudad de los perros Hadai que según crónicas de la época vivían casi el millón
de perros, y donde durante una semana corría la cerveza abundantemente y toda
la ciudad era una completa orgía a imitación de las prácticas sexuales caninas,
todos con todos.
Pero lo cierto es que tal como recogen egiptólogos
reconocidos como la doctora Charlotte Booth, autora de 'Las voces perdidas del
Nilo', es que sus costumbres dificilmente se podrían explicar en el contexto
actual sin escandalizar como seguro que escandalizarán en el futuro las
prácticas represivas habituales modernas, para los antiguos egipcios el sexo
estaba vinculado con lo sagrado, fruto de estas extrañezas es un retrato de la
vida cotidiana del Antiguo Egipto, por el que creen muy probable que en la
mayor parte de familias el sexo no tuviese un carácter íntimo; no, al menos,
tal y como lo entendemos ahora. “Las imágenes artísticas que apuntan al coito
pero que no lo muestran explícitamente dan la impresión de que el sexo no fuese
siempre una cuestión privada, ya que siempre había sirvientes o niños en los
alrededores, incluso en la cama”, recuerda la escritora. Las casas de pueblos
como Amarna o El Lahun eran tan pequeñas que era difícil pensar que se pudiese
disfrutar de ninguna clase de privacidad.
Entre las curiosidades de la vida amatoria de los egipcios
que nos pueden chocar desde nuestra perspectiva moderna (y occidental) se
encuentra, por ejemplo, la poca importancia que daban a la virginidad,
tremendamente ligada al honor en nuestra sociedad. También, la peculiar manera
en la que evitaban los embarazos en una especie de anticonceptivos 'vintage':
los egipcios emplearon desde el siglo XVI a.C. la resina de la acacia por sus
cualidades espermicidas, pero también utilizababn la fruta del árbol junto a
miel y dátiles. Desde luego, nunca la anticoncepción fue más sabrosa."
Los egiptólogos e historiadores siguen desconcertados cuando
tratan de analizar el antiguo Egipto según cánones actuales, especialmente una
pieza los dejó perplejo con el hallazgo de un consolador o vibrador, un
"juguete" sexual en forma de falo realizado con el pene de un
cachalote tallado. Esto analizado desde un punto de vista funcional parecería
decir muy poco pero no así desde el punto de vista de la magia. Resumiendo, el
mundo de los antiguos egipcios sigue siendo un completo desconocido donde
tenemos una vez más muchas pero muchas más preguntas que respuestas.
Un concepto insólito y desconocido en el antiguo Egipto fue
la teogonía o prácticas sexuales entre dioses y humanos, otro tildado como
necrofilia por prácticas en el embalsamiento y otro mucho más desconocido como
las prácticas de zoofilia, por no mencionar la "prostitución sagrada"
de la que seguimos sin tener ni idea, o al menos la explicación oficial solo
convence a espíritus poco críticos.