MITOLOGÍA DE LAS CONSTELACIONES



 
Etimología
Constelación: cum stellatus (participio pasado de cum stellare, formar con estrellas).
 Las constelaciones más antiguas las cataloga Ptolomeo en el libro El Almagesto (140 d.C.) (Mathematiké Sýntaxis) y son por lo general locuciones latinas.

En el hemisferio boreal encontramos:
Águila
Encima del arquero (Sagitario), vuela el águila. Claramente marcada por una corta línea, con tres brillantes estrellas, donde la mayor, llamada Altair está en el centro. Una de las más deliciosas leyendas, acerca del águila es una historia de amor. Se trataba de dos enamorados, el Boyero y la Hilandera. El padre de la novia los dejó en el cielo y les permitió encontrarse sólo una vez al año, siempre que pudieran cruzar el río (Camino de Santiago o Vía Láctea). Cada año, en la séptima noche de la séptima luna, podían hacer esto gracias a sus amigas las hurracas, que formaban un puente de plumas para que ellos pudieran pasar sobre él. Luego, al día siguiente, las hurracas volvían a tierra.

Andrómeda
Andrómeda era hija del rey Cefeo y Casiopea. Casiopea ofendió al rey Neptuno afirmando que su hija Andrómeda era más bella que cualquiera de sus ninfas marinas. Para vengar el insulto, fue enviado por Neptuno un monstruo o gran ballena Cetus, cuyas estrellas están debajo de Piscis.
La leyenda añade que nada pasaría si se ofrecía a Andrómeda como ofrenda al monstruo marino. Andrómeda fue encadenada a una roca esperando su destino. De repente, el sonido de un gran viento llegó a los oídos de Andrómeda, pensando que era el monstruo Cetus.
Sin embargo, lo que oía eran las alas de un gran caballo volador, el cual llevaba en su espalda a Perseo.

Aries
La leyenda dice que cuando los dioses fueron arrojados de sus casas en el monte Olimpo, en Grecia, y tomaron refugio en Egipto, el Carnero fue el disfraz elegido por Júpiter para escapar del gigante Tiphon. Aries fue también identificado como el carnero cuyo beyocino dorado fue buscado por Jasón y los Argonautas.

Auriga
Los antiguos mapas estelares, muestran a Auriga como un hombre sujetando las riendas de un caballo en su mano derecha y cargando con su brazo izquierdo a una cabra y dos pequeños niños.
Las estrella Capella es la más brillante de esta constelación y significa pequeña cabra. Los árabes, que nos dejaron muchas leyendas sobre el cielo, llamaron a Capella el conductor, porque en los atardeceres era la primera que se veía entre todas las que minutos después la rodeaban.
A las tres estrellas en forma de triángulo que están debajo de Capella se les suele llamar Los Chicos.

Boyero
Arturo significa guardador de Bueyes y cuidaba de los de Ícaro (el que intentó volar con unas alas de cera), y que, despreciando los consejos de su padre, el arquitecto Dédalo se acercó tanto al Sol que murió al derretirse sus Alas.

Cabellera Berenice
Esta constelación representa la cabellera de la hermosa Berenice, que fue reina de Egipto, de quien cuenta la leyenda que sacrificó su cabellera a los dioses en agradecimiento por el retorno de su marido de la guerra. El rey estuvo enfadado, hasta que un sacerdote le indicó que los dioses habían colocado la caballera de su mujer en el cielo, lo que le produjo una gran alegría.

Casiopea
Reina de Egipto. Tenía tal belleza que se creyó superior a las Nereidas (ninfas de los mares). Furioso, el dios Neptuno, envió un monstruo marino al país; el oráculo para aplacarlo exigió que la bellísima Andrómeda, hija de Casiopea fuera encadenada a una roca de la playa para ser devorada por el espantoso animal. Sin embargo, fue salvada por Perseo.

Can Mayor
A los dos canes, mayor y menor se les conocía como los perros de caza de Orión.
Hace miles de años en Egipto, se llamaba a Sirio, estrella Shotis. Cuando aparecía en la zona del este en el cielo, antes de salir el Sol, sabían que el río Nilo estaba próximo a desbordarse, inundando las tierras de sus orillas e inmediaciones.

Can Menor
La estrella más brillante de esta constelación el Procyon, que significa perro guía. Se le dio este nombre porque aparece siempre antes que Sirio, en el borde de la Vía Láctea. Una antigua leyenda árabe decía que Sirio y Procyon eran dos hermanas de un príncipe joven que se casó y viajó lejos, al sur del mundo. Ellas le siguieron, pero sólo la mayor fue lo suficientemente fuerte para poder atravesar el gran río, o sea, la Vía Láctea. La más joven, Procyon se quedó en la otra orilla.

Cáncer
No es fácil a primera vista, adivinar la forma de este animal. Tal vez por esto, se le conoció en Egipto como el escarabajo. En la India, antiguamente se le dio el nombre de Tortuga. Sus estrellas, aunque poco luminosas pueden verse a la izquierda de Castor y Pollux, mirando hacia el sur.

Capricornio
En otros tiempos, se pensó que toda esta parte del cielo del sur era un gran mar. Varias de las constelaciones que vemos representaban grupos de extrañas criaturas marinas. La cabra marina (Capricornio) es una de ellas. Una vieja leyenda dice como el dios Pan un día saltó al río Nilo. Para diversión de los que lo observaban se transformó en un curioso animal con cabeza de cabra y cola de pez. Así quedó en el cielo.

Cefeo
Cefeo, casado con Casiopea y padre de Andrómeda está situado al norte y muy próximo a su reina, la cual, al pretender ser más hermosa que las Nereidas, despertó la cólera del dios Neptuno. Cetus, cuyas estrellas está bajo Piscis, fue enviado para vengar este insulto. Cuando Andrómeda iba a ser devorada por el monstruo, Perseo, sobre el caballo Pegaso salvó a la princesa.

Cisne
Una leyenda acerca del cisne la relaciona con Phaeton, el hijo de Apolo, que un día condujo el carro de sal de su padre, lo que terminó en un desastre. Phaeton cayó a un río. Su hermano buscó bajo el agua su cuerpo y los dioses premiaron este acto, dándole como recompensa un lugar en el cielo en forma de Cisne.

Cetus
Cetus es el monstruo del mar que vive en la región marina de los cielos. Fue enviado por Neptuno para que vengase la ofensa que le hizo Casiopea, proclamando que su hija Andrómeda era más bella que cualquiera de las ninfas marinas. Andrómeda se ofreció como ofrenda a Cetus y Neptuno quedó satisfecho.

Dragón
En la mitología griega, se nos añade que un horroroso dragón guardaba el jardín de las Hespérides o hijas de la noche, situado en Mauritania, al pie del Atlas. Los árboles del jardín daban manzanas de oro, y entre ellos, las tres Hespérides, llamadas Maia, Electra y Taigeles, destacaban por su belleza y maravillosas voces. Sigue la leyenda diciendo que Hércules mató al dragón del Atlas, apoderándose de las manzanas y Júpiter lo puso, en recuerdo de su hazaña, en el cielo, armado con su arco, ceñiendo sobre su pie adelantado la cabeza del Dragón.

Escorpión
La venganza de Júpiter continúa contra Orión, al que envía el Escorpión para morderle. Por ello nunca se ve a los dos juntos en el cielo. Cuando Escorpión aparece por el este, Orión escapa por el horizonte del oeste, pero la persecución es eterna e implacable.

Géminis
Cástor y Póllux eran los seres gemelos de bastantes famosas batallas de las leyendas de griegos y romanos.
En la Biblia se lee como San Pablo viajó en un barco desde la isla de Malta a Roma, llevando de signo o cabecera la figura de los gemelos.
Otra leyenda sobre Géminis dice que Castor y Pollux, hijos de Júpiter, eran hermanos gemelos. Castor domaba caballos y era mortal. Pollux, luchador invencible, dios de los atletas, era inmortal. Como Castor murió en un combate y no podían vivir el uno sin el otro, Júpiter le concedió la inmortalidad y los puso juntos en el cielo para siempre.

Hércules
El arco y flecha de Hércules van a disparar sobre un lindísimo conjunto de constelaciones, en donde estrellas principales, Deneb, Vega y Altair, forman un triángulo casi rectángulo.
Siendo esclavo Hércules, venció las más difíciles y peligrosas tareas. Tenía que luchar contra terribles adversarios, incluyendo un león salvaje y un reptil con nueve cabezas, la Hydra.

Hydra
Una vieja leyenda cuenta que el cuervo era el pájaro favorito del dios Apolo. Un día, Apolo lo envió muy lejos a una fuente, en busca de agua. En el viaje de regreso, el cuervo se entretuvo y su tardanza enojó a Apolo, de tal manera, que no sólo le convirtió sus plumas plateadas en negro, sino que le colocó de tal forma en el cielo, justamente fuera del alcance de la Taza, para que así nunca pudiera satisfacer su sed.

Leo
En la parte inferior y en su pata, está la estrella Régulus que significa pequeño rey. En Egipto, dice la leyenda que hacia abril, en que se observa muy bien esta constelación, el río Nilo se desbordaba y venían los leones del desierto para beber. Al pasar el tiempo, la cabeza del león se ha utilizado para muchos adornos de fuentes y parques.

Libra
Los romanos llamaron a este grupo de estrellas, las balanzas en memoria de Julio César, su emperador, en homenaje a su sabiduría y justicia. Una leyenda antigua egipcia, dice que las balanzas eran usadas por el dios Osiris. A todo hombre al morir se le pesaba el corazón, poniendo en el otro platillo de la balanza una pluma.

Lira
En la historia griega, la Lira era el instrumento preferido del dios Orfeo. Un día, Orfeo hizo un trato con el rey, a cambio de quedarse con Eurídice, su mujer. El rey aceptó, pero hubo una condición, y era que cuando Orfeo fuera por ella, no debía mirar hacia atrás. Desgraciadamente, no pudo resistir la tentación, y aunque muy ligeramente, echó una ojeada hacia atrás, por lo que ella inmediatamente desapareció.

Ofiuco
La serpiente, se dice que fue un famoso doctor llamado Esculapio, que tenía incluso poderes para resucitar a los muertos. Esta habilidad le disgustaba mucho al dios del mundo subterráneo o de las tinieblas, y persuadió a Júpiter, padre de los dioses para que lo pusiera en el cielo donde siempre estuviese lejos de sus pacientes.

Orión
A esta constelación la menciona la Biblia y también el poeta griego Homero.
En la mitología antigua, Orión era un temible cazador que perseguía a Aldebarán, el toro del cielo y llevaba siempre acompañándole a sus dos perros, el Can Mayor y el Menor. Esta fábula, puede fijar en nuestra memoria la posición que ocupa Orión, el Toro y los dos perros.

Osa Menor
Según una leyenda griega, fue el dios Júpiter quien colocó a estas dos osas sobre el cielo. Envidiosa la diosa Juno, acudió a Neptuno, rey del mar, pidiéndole que prohibiera a las osas el placer de bañarse en las profundas aguas verdes de su reino marino. Y por esto se dice que siempre se han mantenido alejadas del horizonte del mar.

Osa Mayor
La leyenda nos dice que Calisto, ninfa del bosque, era madre de Arcas, reina de la feliz Arcadia (región de Grecia en el Peloponeso). Juno, esposa de Júpiter, celosa de la belleza de Calisto la convierte en una osa. Arcas, en una cacería, la encuentra, prepara sus flechas, pero, sin saberlo, va a matar a su propia madre. Júpiter, para evitarlo, transforma a Arcas en una osa más pequeña y a ambas las coloca en el cielo para siempre.

Peces
Los griegos creían que los dos peces eran Venus y Cupido, que estaban ambos unidos por un hilo de plata. Se colocaron de esta manera cuando, con otros dioses, fueron amenazados por el gigante Tiphon, mientras jugaban al lado del río Nilo. Tifón fue al final vencido por el padre de los dioses, Júpiter, quien lo enterró bajo las rocas del monte Etna, en la isla de Sicilia. Desde entonces, dice la leyenda, Tiphon sigue luchando para conquistar su libertad, manifestando su enfado en la lava que algunas veces se derrama del cráter de la montaña, llegando hasta los pueblos que están en su falda.

Pegaso
Pegaso aparece en las monedas de la antigua Grecia, unos 500 años a.C. Se decía que por donde el pie de Pegaso pisaba, una fuente de agua brotaba en la huella dejada por él. Todavía se comenta en Grecia como salió una fuente de una roca, sólo por haberla tocado Pegaso.

Perseo
Según la leyenda, Andrómeda fue encadenada a una roca esperando que Cetus, el monstruo marino la devorara. Cuando Andrómeda creía que era su final, llegó Perseo montado sobre Pegaso, el caballo volador. El monstruo marino fue rápidamente vencido por Perseo, en cual volvió triunfante con su princesa rescatada. Años después, Júpiter les dio un honorable lugar a ambos entre las estrellas.

Sagitario
Esta constelación representa uno de los dos centauros del cielo. Los centauros eran criaturas de leyenda con cabeza humana y torso y cuerpo de caballo; eran muy frecuentes en las viejas leyendas, y el más famoso de ellos era Quirón, quien se suponía que tenía a las estrellas agrupadas en las constelaciones del cielo. Un día, Quirón, fue accidentalmente herido por una flecha del arco de Hércules. La flecha había sido impregnada en el veneno de la sangre de la Hydra. En su dolor, Quirón llamaba a Júpiter a gritos, para que le permitiera morir, y Júpiter accedió a colocarlo entre las estrellas. Sin embargo, Quirón había ordenado de tal forma la zona norte del cielo en que no había sitio para él. Por ello fue enviado al lejano cielo del sur, donde brilla como el otro centauro, situado también en el hemisferio sur.

Tauro
Orión, tras cazar y siempre con sus dos perros, descubre un precioso estanque con una cascada donde ríen, cantan y se bañan las siete ninfas hijas de Atlas. Orión se acerca al estanque inquietando a las ninfas. Júpiter se sintió ofendido por esta curiosidad y envió al toro para cerrarle el paso. A las ninfas y a todo el conjunto, los puso eternamente en el cielo.

Virgo
Se dice que esta constelación representa a la antigua diosa del maíz, Perephone. También se dice que Virgo es el sobrenombre de Minerva, diosa de la sabiduría, una bella diosa de honestidad absoluta, que jamás se la representa desnuda.

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