La cueva del diablo

 
Está en Mazatlán, México, y cuentan de ella toda una serie de amplias leyendas, desde que se conoce desde la època de los Aztecas y que de ella emanaban gritos terroríficos (que a decir de muchos continuan en nuestros días) hasta los que dicen que solo se conoce desde hace 200 años y que recibe ese nombre porque era donde el ejército guardaba los explosivos y que por su peculiar olor a azufre recibió este nombre.
Otra leyenda local cuenta que hace 4 siglos un joven bien parecido convenció a dos muchachas de la burguesía local para visitar la cueva y que desde entonces nunca supieron nada de ellos, desaparecieron.
Se une a la amplia tradición de cuevas enigmáticas en la república de México y donde nos constan algunas y su peligrosidad, especialmente las situadas (por increible que parezca) en plena Ciudad de México, en una red compleja de galerías y cuevas subterráneas que trístemente están asociadas a numerosas muertes, motivo por el que están cerradas a cal y canto.
En el 2017 una familia de turistas fueron asesinados en esa cueva.

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